jueves, 20 de septiembre de 2007

Neandertales sin cafeina

Humanos. El paralaje neandertal. Nova.

No es de lo más reciente que ha sacado Nova y, probáblemente, cualquiera ya habrá leido más de una crítica negativa sobre este muermecillo bienintencionado de Sawyer.

En mi opinión, ilustra perfectamente los vicios de repetición y calco de clichés en los que se cae al producir ficciones, el Kitsch, la narración en serie y todo eso. Para colmo, el amigo Robert nos agredió con dos volúmenes más, aunque eso sí, a mí ya me pilló avisado. Qué maravillas me habré perdido en los que restan, es algo que nunca sabré...

El hombre se ha documentado con la paleoantropología necesaria para sacar el aprobadete y hacer ver que se "documenta". Aquí, se retrata a neandertales de una Tierra paralela que encuentran una entrada a través de un "tunel cuántico", así, tal y como suena y en baratito, siendo este uno de los primeros artefactos de quita y pon que se importan de la divulgación y fantacifi más corriente, igual que se usa otras veces lo de hipersalto y demás hierbas.

Nuestro amigo eslabón perdido, prota del "salto", parece representar una especie de alter ego ideológico de Sawyer, cientifista confeso de tendencia agnóstica, y de tal despensa saca la "perplejidad" del observador, que se extraña de que aquí creamos en dioses que no se pueden ver y demás. Uno mismo puede ser agnóstico, más bien por salir del paso, pero ante la exhibición de materialismo baratete del Saw.., perdón, del neandertal, dan ganas de ir de peregrinación a Lourdes con las Clarisas.

Y de que manera vemos venir el enamoramiento del prota y de la investigadora que lo va a conocer, aiih, presentado por parte del autor como algo irreverente (¡!), transgrediendo el tabú de la barrera entre especies y demás, pero eso sí, apto para el videoclub del barrio.

¿Y que se puede esperar de estas imaginaciones áridas y embrutecidas por el telefilm de mediodía? ¿Que se puede esperar cuando cruzan el umbral? Es decir, ¿como nos manejan la extrañeza de una supuesta cultura exótica, generada por una especie paralela, con un cerebro incluso algo mayor que el nuestro y con algunas diferencias sutiles? Pues bien, por lo que a extrañeza se refiere, la sociedad neandertal de Sawyer presenta la misma que podríamos encontrar en el Carrefour de las afueras. Hay barrios enteros en mi ciudad mil veces más raros ¿Habrá salido este autor siquiera del suyo?

Porque jolín, vaya desperdicio, el entero planeta a disposición de ellos y todo queda reducido a la descripción de un distrito suburbano de chalets, calcadito de los de Ohio y California; casas en bosques, un centro de la ciudad que evoca el cartón-piedra del Planeta de los Simios; una complejidad antropológica digna de un campamento Boy Scout: las chicas por un lado y los chicos por el otro...

Y la mayor aventura consistirá en que nuestro primo primate solucione un enredo judicial en su pueblo. El nudo de la novela se centra en el juicio, tan querido de la teatralidad escenográfica yanqui, y que permite al autor mostrar su capacidad para crear escenarios epatantes, je, je: planta a los personajes en una sala y los hace hablar y, ale, ya hemos consumido un poquito de cultura de la dialéctica. Después, como tocaba incluir la proporción correspondiente de sentimientos "auténticos", resolverá un malentendido emotivo con una hija.

Obvio es decir que, el resto de los personajes posee la profundidad que era de esperar, equivalente a la de una calcomanía, en fin...

Y el gran misterio: ¿Porque narices hace uno el primo y lo compra?

6 comentarios:

Knut dijo...

Juas juas juas juas juas juas

No sabes cómo te comprendo compañero. He caido como tres veces en el error de leer ha este señor y en todas he tenido la misma sensación que tu. Es como el tipo ese del Parque Jurásico, pero en ñoño y culturalmente un tanto horterilla. Además de que el primero entretiene sanamente y con este hombre no puedes evitar sentir un aburrimiento bestial con la cosmovisión rancia que reposa bajo todas sus novelas.

Lo malo es que el joio no tiene malas ideas, únicamente que las ejecuta como si estubiera en el programa de Ana Rosa La Eterna.

Cifi cienfiquilla + Estrenos TV, y nada más.

Saludines

Knut dijo...

"leer ha este señor"

Oh, dios!!

francissco dijo...

Lo que dices tú, sí que es verdad que tiene buenas ideas, el como sería un mundo neandertal y todo eso es un buen supuesto, pero se queda sin presupuesto, je, je

La Pimpinela Escarlata dijo...

Pues yo de este señor me leí "El cálculo de Dios" y ¡me gustó cuando lo leí!. Algo que ahora me soprende, ¡parece mentira lo que los gustos literarios pueden cambiar en cinco años!. Es más, en mi caso diría que en uno o dos.

En parte vosotros dos tenéis un poco de culpa, así que no sé si abrazaros o daros una colleja.

A estos últimos de Sawyer ya les tenía puesta la etiqueta de estos no se compran ni en el próximo saldo, pero me parece que tras este comentario los tendré aparcados defintivamente.

Que magufete se nos ha vuelto Barceló en su colección con la propaganda mormona de Card, libros apologistas de la cienciología, el diseño inteligente de Sawyer...

francissco dijo...

No se que puede ser peor, que se vuelva magufo o de la iglesia mormona, je, je

Knut dijo...

Mira que tengo que estarle agradecido a Barceló por su inestimable (y parcial de cojones) Guía de Lectura, porque en terminos generales he ido sufriéndole tantos años que me asombra que mi antipatía siga intacta, juas juas juas. Recuerdo con horror cuando además tenía que leerlo en revistas de astronomía: no te librabas de su presencia ni a la de tres.

Ah, por cierto que la tristemente difunta (casi desde sus inicios) colección de cuadernos de la UPC era no sólo una idea muy buena, sino que contenía obras estupenda de gente tan interesante como Negrete o Mallorquí.

Pero lo cierto es que Nova hace años que es un bodrio mayúsculo, donde se publican medianias que sonrojan.

Una lástima.