miércoles, 5 de septiembre de 2007

Bloggear y confesarse.


Es notable la exigencia que se te plantea y el trabajo que te impone el hecho de de intentar llevar un blog con una mínima frecuencia, cómo has de apretarte las meninges para contar cositas que no solo te interesen a ti; evitar la tentación de pasarte las horas muertas editando y dejándolo mono, pero sin poner chicha en el asador y quedándose en la masturbación intelectualoide.

Y sobre todo el tiempo que te sustrae. En ese sentido, he decidido mantener una regularidad razonable mientras pueda, así como tener en cuenta que podría darse el caso de que alguien lo leyera, je, je, con lo que habrá que buscar la inteligibilidad al menos. Me interesa, mientras lo permita el tiempo, el compartir las lecturas y objetos culturales que me han gustado o hecho pensar, más que nada porque, aunque no tengan "comments", le pueden dar ideas a alguien acerca de sus propias opciones lectoras.

Algo interesante es que este formato o, más bien la dinámica que impone, es como un híbrido entre el antiguo diario narcisista y cursi y la confesión en la sacristía, mira tú que comparación más meapilas, je, pero es que lo parece.

Te sinceras y confiesas, pero como supones la posibilidad de un lector que, al igual que un confesor o psicoanalista apenas ves, te esmeras por contar con abundancia y adivinar lo que pensaría, pero con límites, claro.

Lo más gordo nos lo callamos, faltaría más. Lo que se escribe es una versión socializable y exportable o, al menos, es lo que a mí me sale. A veces he leído por ahí blogs que parecían auténticas llamadas de auxilio, por parte de alguien que necesitaba soltar lo que tenía dentro con un mínimo de orden. Quién sabe si a lo mejor es posible que interprete la falta de respuestas como una absolución. Lo mejor de todo es que, salvo pillar un síndrome de túnel carpiano por teclear, aquí no existen penitencias.
Un saludín.

3 comentarios:

La Pimpinela Escarlata dijo...

Sí que cuesta mantener la periodicidad en un blog, sobre todo de temática. ¡Buena suerte con ello!.

francissco dijo...

Gracias, je, je, a ver si soy capaz de llevar una regularidad y nivel cercano al que ya llevas tú tanto tiempo.

Knut dijo...

Juas juas juas... en el fondo el ego está en esperar que te contesten malandrin. Es un sin vivir todos los días con los dedos cruzados esperando un comentario laudatorio, creo que algunos blogs que conozco tienen incluso una sospechosa profusion de mensajes anónimos sensiblísimos.

Te veo muy catolizante en la entrada, toda una sorpresa viniendo de quien viene, jejejeje

No te disculpes por no dar carnaza de ti mismo, a estas alturas es incluso un punto a agradecer, juas juas juas

En fin, compi, que me tendrás por aqui leyéndote y dando por saco.

Un abrazo gigante!