miércoles, 4 de marzo de 2009

Slumdog millionaire.


¿Se puede ser policía torturador de manera "humana"? ¿Y además serlo sin rasgos sádicos evidentes y para colmo honesto? Al parecer, si vives en la moderna India, esa inmensa colmena de karmas en movimiento sí, si que puedes. A fin de cuentas, aquello es como una galaxia aparte, un mundo dentro del nuestro, y no es de extrañar que los ambientes del hampa que salen reflejados en esta película convivan con el desarrollo económico desigual y con el glamour de las televisiones comerciales, lo mismo que si fueran valores morales paralelos y convergentes.

El protagonista de esta historia de factura correcta y culminación bien trabada -de justicia es reconocerlo- es torturado al principio. Nada más empezar ya se come un descargón eléctrico de mil pares de narices, pero esto no es óbice para aparcar toda posible crítica al sistema y centrarse en el esquema Chico busca Chica y la Rescata que no veas. Lo que aquí se busca es otra cosa.

Para ello se coge una historia ya cerca del desenlace y se recurre a los flashbacks, abundantes y caudalosos. Te sumergen en unas infancias colectivas desgarradas sí, pero centrándose únicamente en las gestas particulares y las individualidades. El inmenso horror social del país hace las veces de decorado pintado, es como una formación geológica, inamovible e inevitable.

Pero ¿acaso no sale retratada esa colectividad degenerada, aunque sea oblicuamente? Pues si sale ya tenemos una muestra, aquí en Occidente, donde repartimos los oscars, de la Otredad de Asia, ya estamos concienciados, ale, ya podemos tranquilizarnos. La historia es un ejemplo de como mostrar un país socialmente estragado y ahorrarse cualquier indagación y cuestionamiento. Están en pleno despegue. Los call-centers donde trabaja el prota atienden casi toda la telefonía de USA y Gran Bretaña, se construye como las termitas y su constelación cinéfila se expande como un melanoma.

Por ello, el protagonista es como un angel barriobajero que peca pero eso sí, sin maldad ninguna aparente, como se supone que lo hace la sociedad en la que vive que, al menos en la narración, es redimida por el triunfo de un chaval más puro cuanta más estopa recibe, y que contesta a cada revés con la mirada más limpia de aquel continente, chapeau por el casting.

De esta forma, la pura acción te libra de la reflexión. Esta reflexión se evita al sustraerte todo dato social y ambiental que no pudieras encontrar en un reportaje ternurista de Cáritas. Ah, y para colmo, todo acaba en un baile de Bollywood ¿Nos habíamos olvidado de esta entidad distractora de conciencias con exceso de purpurina?.

Un saludo emergente.

8 comentarios:

marguis dijo...

A mi me pareció una película fantástica... me encantan los cuentos a los Charles Dickens, donde al huérfano de turno le pasan mil y una aventuras, todo parece perdido y al final... final feliz... y si hay baile Bollywood, mejor.

Lillu dijo...

A mí me gustó mucho la película pero lo que menos el final feliz. Creo que hubiera acabado mejor si ella no llega al móvil o él falla la última pregunta, no sé XD

saluditos

Errantus dijo...

Primera crítica que me toca leer respecto a esta peli. Todo mundo la alaba, tanto en la web como wn los medios. Claro, nadie se detiene en el aspecto social de la misma, como si la India fuese sólo danza y paisajes pintorescos. Lo más que había escuchado era el hecho de que el título literalmente traducido es ”Perro callejero millonario“, en referencia a que el prota pertenece a una casta muy baja, probablemente de los intocables.

Pareciera que la conciencia social se aleja fácilmente con la historia rosa y el escenario exótico. Tendré que pensar si me la veo. Casi seguro que si lo hago sea gracias al ataque de los clones.

Un saludo fuera de esta galaxia. :P

padawan dijo...

Ya lo dice Mary Poppins: con un poco de azúcar puedes tragarte cualquier píldora, por amarga que sea. Por eso esta peli tiene que resultar un poco empalagosa, no sea que al espectador se le amargue la tarde en el centro comercial si hace un poco de "crítica social"

Knut dijo...

Joer, te me has adelantado!!!!

Incluso me da vergüenza el colgar lo mío después de leerte. Nada de sofistificación por mi parte ni buenas palabras: un truñaco apestoso y feroz.

El que a estas alturas se rueden "bien" las películas y esto sea una virtud me consume de pena. Creo que vamos reduciendo la calidad al equivalente de admirar un coche por sus buenos plásticos.

Una película que básicamente es unir buenismo salvífico con una comedieta de Estrenos TV promete cuanto menos dar el cante oloroso a azúcar falso y malvado que no es poca cosa. Y joder, cumple a la perfección.

Simbólicamente convertimos el rictus del hambre en sonrisa feliz, recordándonos cristianamente que con todas nuestras crisis somos una Cultura Chachi, Hiperbuena y Salvífica.

Para ello basta con engañarnos con discursos que nos dan Lo Que Queremos Oir. Sentirte mejor con tu hipoteca, tu tele de plasma y la compra de la semana en el hiper. Un buenismo que da color rojo a Santa Claus, el mismo que nos recuerda el Sabor de la Vida.

Moralmente me parece una película malvada, zafia, falsa, narcisista, una suete de Arte devenido en Publicidad, que hace incluso buena a la plúmbea peli de Fincher.

Boyle vende con éxito nuevamente esa bola de repungnate vacío que es Marca ya de la casa, pero en esta ocasión haciendo un retrúecano asqueroso.

Burda, grosera, repugnante, como es en esencia nuestra cultura cuando se mira a sí misma: todo ombligo.

Puaj, puaj, puaj!

Anónimo dijo...

Sí, desde luego, como decís Marguis y Lillu, la peli funciona perfectamente bien si te la planteas como la gesta de un huérfano. Tiene su ritmo, su romance, etc.

Lo que a mí me daba cierto repelús es esa escena final que tiene en la comisaría, con ese jefe de policía, el mismo que le electrocuta, donde el poli le "reconoce" al prota que sí, que es sincero, quizá demasiado.

La verdad, me resultó escalofriante y orwelliano que el torturador fuera el que acaba otorgando categoría y valor humano al torturado. Encima, lo hace con la mirada honesta de un colega...

No sé, a lo mejor es una prueba de reflexión que les hacen a los que entran a los centros comerciales que decía Padawan. A Errantus le diría que si la ve no se aburrirá, siempre que aparque toda reflexión, je, je

Y Knut, por lo visto lo máximo que se le pide ahora a una peli para preñarla de Oscars es la corrección técnica, ceńtrate en la historia y olvida el mundo en el que estás. En fin, que no nos decepcione Watchmen, por dios, por dioss...

Errantus dijo...

¿No extrañas las pelis apocalípticas de los 60's y 70's?

Y lo que se nos viene encima, con pelis rositas pra hacenos olvidar nuestra realidad y la crisis mundial. A veces somos tan orwellianos, otras nos decantamos por un mundo feliz o por F451.

padawan dijo...

Al final acabé viéndola hace unos días, y, bueno... es bastante floja, y muy tramposa. Coincido contigo en la relación con el policía torturador pero de gran corazón, esos personajes definibles con una sola palabra, sin profundidad... En fin, quizá la historia hubiera dado para mucho, pero eso hubiera significado perder espectadores y premios