martes, 9 de junio de 2009

Los hombres que no amaban a las mujeres


¿Y porqué demonios la hacker que ayuda al investigador tenía que tener estética punk? Ese movimiento setentero eternamente reclamado por el cyberpunk cinéfilo.... Por supuesto que en esta película hay un desfile de lugares comunes, inevitables quizá. La estética de la chica es, de hecho, el principal reclamo para el cartel.

Al periodista íntegro le llaman a un enclave aislado para resolver un crimen antiguo. Ya adivinamos que habrá bloqueos, obstáculos, etc, Y que habrá una reunión con los sospechosos donde le dirán que está molestando, le querrán matar, etc. Todo esto te lo ves venir porque, por suerte o por desgracia, ya te has visto un montón de pelis de crimen vergonzante y demás.

Lo novedoso es el empeño en crear un singular personaje atormentado, el de la delincuente/investigadora genial/joven problemática, que parece que habría necesitado una réplica un poquito más viva por parte masculina. Es demasiado correcta la interpretación del reportero, demasiado aséptica.

Sin embargo, lo pretenden compensar cargando las tintas en la sordidez de las vicisitudes por las que pasa la hacker. El resultado es un tanto agridulce.Cuanto más valiosa es la ayuda que presta al investigador, cuando mejor lo hace quedar por los datos que le aporta, más indecorosa resulta su presencia socialmente, más alienada parece la persona, como una suerte de condena de cierto tipo de eficacia.

El mensaje parece ser que si eres demasiado penetrante señalando la verdad, procura tener una imagen lo más presentable posible, intenta ser como aquellos a quienes podrías presentar a tu suegra, porque sino...

Y luego vendría la acostumbrada asociación de capacidades casi mitológicas a los hackers informáticos. Desde luego que pocos llegamos a ese nivel, quizá por eso mismo se nos hace difícil juzgar la verosimilitud de lo que consiguen. Siempre que realizan hazañas suelen ser como regalos al protagonista principal. En este caso, en esta relación tan desvaída de la pareja protagónica, el único mérito de el parece ser el de no pisarle ningún callo a ella, a este personaje parecido a un buscaminas, que nunca sabes cuando vas a molestarle.

Y sí, la trama y el misterio están correctamente hilados. Al no haberme leído la novela no puedo juzgar con más profundidad. Me da la impresión de que no se deja ningún cabo suelto...pero, un momento ¿No es inverosímil que en cierta escena grabada en cámara nadie reconozca a la hacker salvo el periodista? ¿solo porque lleva una peluca rubia?

No sé, será que los suecos son tan fríos y distantes...

Abracitos a todos.