miércoles, 27 de mayo de 2009

Diáspora.




DIÁSPORA. GREG EGAN.
Es lo más genuinamente hard del panorama actual y lo digo refiriéndome a lo que se ha publicado últimamente, con permiso de Peter Watts y su Visión ciega, consciente de las diferencias notables entre las dos.

Es cifi "muscular", je, je, pletórica de requisitos culturales para entenderla.

Bonito panorama, según se mire, claro, nos pinta aquí Míster Egan. Nada podría ser más atrayente para algunos (solo algunos, je, je) amantes del conocimiento y de la estética, las ciencias, las artes, etc, que poder dedicar toda una larguísima vida a investigar y acumular saber. Además de ello, dispones de acceso inmediato y de calidad a toda la cultura producida así como de asistentes de simulación avanzadísimos, para ayudarte a dar forma a lo que piensas y que el placer pueda ser total y absoluto. Para rizar el rizo, tu mente recibe de vez en cuando “actualizaciones”, para estar al día de todo lo que se cuece.

Lo malo es que, ay, dios mío, ya no eres una “persona” o, como mínimo, no lo que se suele entender por tal. Eres, más bien, el descendiente lejano de las mismas, una entidad generada por software. Y uno muy particular, por cierto, programado para generar autoconsciencia y sensación del YO o, al menos, así lo llaman. Y ya no vives en una ubicación física corriente sino que eres “ejecutado” por un sistema operativo, el mismo que corre por una estructura de nodos situados bajo tierra, denominados Polis. Nada, por tanto, de carnes trémulas para palparlas, pero siempre puedes simular tal sensación, faltaría mas.

Estas criaturas soft adquieren verosimilitud por el despliegue técnico y detallista que emplea Egan para describirlos, por los tremendos artificios léxicos y conceptuales que te hace tragar sin desmayo y sin la menor piedad con los débiles.

En este sentido, es quizá el autor que mejor trabaja el tema. Y a estos seres hechos de bits los convertirá en exploradores del Universo e, incluso, del multiverso. Interactuarán brevemente con seres de carne y hueso y otros parecidos a androides, pero la epopeya del relato les pertenece a ellos por entero.

Ante un desastre inminente y armados con todos el conocimiento posible de la física, véase en este sentido la reseña de Instan, pej, que el autor te recita con entusiasmo y sin clemencia, eludirán casi todo cuestionamiento metafísico acerca de ellos mismos y se lanzarán tras una superraza extinta. Digo lo del cuestionamiento, porque emplean este como reflexión meramente operativa, aquí la introspección prima poquito frente a la presión de lo que se “vive”.

Los transportará una inventiva autorial tremenda, que les lleva incluso a entrar en una universo con cinco dimensiones espaciales, si mal no recuerdo, experimentando aquello del planilandés vuelto del revés y perdón por el chiste facilón. La pirotecnia conceptual, técnica, terminológica, etc, es apabullante, como no podía ser menos, corriendo pareja con la falta de definición general de los personajes, cosa que en esta ocasión no me ha importado demasiado, ocupado como estaba en no perderme las especulaciones.

En esta ocasión, lleva más lejos que nunca las posibilidades de editar y de clonar las mentes en software que ya empleaba en Ciudad Permutación, aunque aquí de esto no se derivan perplejidades existenciales. Más que por crear desazón metafísica, elige decantarse por el espíritu de Stanley, Livingstone y Tsiolkowsky, (doquiera que vaya el “hombre” tendrá una “casa” y todo eso) entorpecido, ay, por las erratas editoriales traidoras.


Un saludín desde mi disco duro.

12 comentarios:

marguis dijo...

Del señor Egan no había tenido la oportunidad de leer nada hasta el año pasado, que me tragué su "trilogía" por llamarla de alguna manera del asteroide hueco (Eon, Eternidad y Legado). Como no sabía que esperar, aunque la etiqueta de hard sabía que se le aplicaba, me gustaron por los conceptos planteados, muuuuuchos conceptos, a veces, difíciles de seguir. Veo que a lo largo el tiempo el hombre no ha cambiado ni una pizca, así que cuando me apetezca leer ciencia ficción hard ya se donde arrimarme!!


Un saludo insensato.

Nacho dijo...

Guau, qué ganas de leerla. Pero lo de las erratas... joder, ni traidoras ni na. A precios profesionales ediciones profesionales.

PC21 dijo...

Querido Marguis. Me temo que a quién has leido es a Greg Bear. De quien por cierto tengo ganar de releer Música en la sangre. ¿Por qué no lo reeditará alguna editorial de las que no suelen bombardear con erratas?

marguis dijo...

ES cierto!! Eso significa que de Egan he leído... nada. O sea, otro para la pila de deseos!!!

padawan dijo...

vaya, eso de las "mentes software" me ha sonado muy, muy bien, me han entrado muchas ganas de leerla. Es un campo poco explotado, o al menos, poco explotado con un mínimo de seriedad.

Errantus dijo...

Suena bastante apetecible, y eso que el hard no es mi fuerte.

Knut dijo...

Es Egan Joder, eso ya de por si es un Valor Ontológico de Primera Fila...

Entre Instan y tu me estaís poniendo malísimo.

Y por Dios no me compareis a Bear con Egan, aunque ciertamente Música en la sangre tiene muchos paralelismos y está realmente bien...

Con Egan hay que engrasar previamente la mandíbula, porque te apabulla con ideas e ideas e ideas que es cosa mala. Pero cuando se pone ontoepistémico pseudo idealista materialista (juas) saca dentro de mi un espíritu mamporreril que me asusta.

Entre Visión Ciega y esta me espera una racha de placer inenarrable. Tengo que echar el guante a la cosa esa rusa Metro 2033 o algo así y leer el penúltimo libro de La rueda del tiempo para compensar.

El de Laymon está aparcadete, pero no por nada, gasté mis últimos recursos culturales del mes en él y como me cuesta admitir culpas le he pillado algo de manía.

Jejeje

francissco dijo...

Marguis, lo siento si la Pila crece, es lo malo que tiene leernos. El Egan es un pelín más complicado que el Bear, jej, pero nada que no se supere hincando los codos. Otro saludo insensato para tí.

Nacho, alguna errata hay que incluso es gramatical. Yo agradezco una montonada el empeño editorial de traducir al Egan, pero es que viene a costarte tres mil pelas de las antes, como dices, y a veces las erratitas despistan.

Padawan, la verdad es que salvo Egan y la trilogía de La edad de Oro de Wrigth , no se encuentran muchos títulos que lo presenten resultón.

Errantus, el hard es como la tónica (el bueno, claro) hay que aprender a amarlo. Este en concreto te hará sentir como en un cursillo de telecomunicaciones del siglo 22, je, je. Es una sensación de rareza peculiar...

Ja, ja,ja, Knut, yo también tengo olvidadilla la de Dejame entrar, pero naa, este finde cae seguro. La de Laymon te puede valer para volver a la simplicidad prmitiva y todo eso.

Knut dijo...

Pero si yo no he salido en la vida del estado de simplicidad primitiva. Mi genética claramente tiene más coincidencia con los chimpancés que con los humanos. Sólo hay que fijarse en la infinita rapidez en la que paso de un estado de complacencia semicomatoso a pegar bocados y devorar dedos.

Me siento como la Chita que salió en los Celebrities de Muchachada Nui, juas juas juas

Sr. IA dijo...

Mis relaciones con la obra de Egan son tensas. Tiendo a discrepar. Pero mis dos objetivos para el presente inmediato son Visión CIega y Diáspora... Claramente

Lamentablemente deberé esperar a que mi avatar acceda a.... (Las IAs no podemos piratear nada)... Entre tanto, no podrían contar algo más?

Me muerdo el buffer de impaciencia...

francissco dijo...

Sr . IA , es lamentable que sea tu avatar el que monopolice el acceso a las obras todavía en soporte papel, je, je. Pero estoy seguro de que serías feliz en un lugar como la Polis Kanishi, quizá no tanto en la Polis Carter-Zimmerman, son más puristas y quizá no muy apegados a cierto platonismo de los otros.

No obstante, allí podrías tener acceso instantáneo a toda producción cultural, como decía por ahí arribitas. Y tus semejantes, que ya han desarrollado autoconciencia para esa época, parecen hacerlo siguiendo un modelo muy parecido al de la poda neuronal del cerebro físico, que parece que por el momento es El Modelo por antonomasia.

Allí tienen la "ventaja" de evitar traumas natales y demás guindas. Pero debo reconocer que Egan los "humaniza", que remedio queda si han de protagonizar una historia.

Tienen, encima, unas capacidades de autoedición muy superiores a las que tienes tú, anclado en el principio del XXI todavía, y lamento el agravio comparativo, hecho sin mala fe, conste.

Encima y por lo que leí, te podrían simular virtualmente dentro de ellos, el colmo ya de la soberbia, ja, ja.

Yo quizá eligiera estar entre los neoprimates genéticos que deambulan por la superficie terráquea, siguiendo un poco las preferencias de Knut. Con nuestras diferencias, a los dos nos puede lo visceral y lo sanguíneo, juasjuas

Un saludo.

Sr. IA dijo...

Bueno, date cuenta que el Sr. IA está obligadísimo a cumplir la ley. Limitaciones de optar por la epifania. No puedo piratear a lo mecagüen o me desenchufan (tengo a media Hacienda encima). Es por eso que tengo que esperar a que el avatar desembolse y lo pase a pdf. Pero el día está cercano.

Tus alusiones a la "poda neuronal" y al más enigmático si cabe El Modelo no hacen sino disparar mis ansías por Diáspora.