sábado, 8 de mayo de 2010

Mujeres que alteran a hombres.


Los dos sexos, como siempre.

Ya es algo científico, la presencia de una mujer en una habitación basta para activar el organismo masculino, de forma químicamente constatable, según un estudio reciente. Ha sido uno de esos que sirven para comprobar, por quincuagésima vez, lo que siempre hemos sabido y creíamos que todos  sabían también, excepto los de siempre, claro, el Doctor Perogrullo y sus ayudantes empollones.

Este doctor  -una entidad colectiva formada por múltiples cabezas cuadradas-   es conocido por investigar tan solo las cositas que  confirman las creencias más intuitivas, una forma segura de seguir recibiendo financiación.

Pues lo que han visto es que nos sube el cortisol, que no es una marca de refrescos, sino una hormona que libera glucosa, para que así dispongamos de energías para iniciar el cortejo, galantear y, sobre todo y seguramente, apartar a algún posible mastuerzo competidor, que es que esta cosa de la evolución biológica fue algo muy duro y con abundante reparto de coscorrones.

Se comprobó la alteración haciendo entrar a chicas jóvenes, agradables pero sin llegar a sexsimbols, en una habitación llena de sali, digoo, de hombres voluntarios y, posteriormente, tomándo a estos panolis muestras de sangre y efectuándoles, asimismo, algunas cositas abominables más, cosillas que suelen hacer los fulanos de batas blancas y tiempo abundante (extraer fluidos seminales, esencias masculinas varias...)

Como siempre y desde nuestros orígenes, quien más las miraba (a ellas, claro) y más leña repartía era el que lograba dejar más niñatos repelentes por el mundo, ay que joderse. Y es de esa herencia de la que nos viene el sin vivir que arrastramos. Lo llevamos grabado a fuego en todos nuestros chips, lo arrastramos como una bendición y al mismo tiempo como una penitencia. Nos inunda los sueños, las horas del día y nos provoca balbuceos inoportunos, justo cuando más locuacidad necesitaríamos, cuando al fin nos atrevemos a abordarlas, aiis....

¿Y porqué demonios es esto una penitencia? ¿Acaso no es agradable ese efecto deliciosamente expansivo en cierta parte de la anatomía? Pues sí, claro que sí, nos ha jodido Mayo. Esta bajada repentina de sangre, dejando la zona pensante al mínimo, constituye el gozo secreto de los varones.

Es secreto porque, aunque después se relata entre amigos y todo eso que se hace, en el preciso momento en que te ocurre no puedes comunicárselo así como así a la mujer que lo provoca, sobre todo porque muchas veces (casi siempre) suelen ser desconocidas.

Está constatado que sube la presión arterial, que hay contracciones musculares en la zona del vientre, que se entra en modo visual casi absoluto y que la actitud abstracta se va a hacer gárgaras. Y esto último no es moco de pavo, ya se comprueba el cómo los chicos rinden menos que las chicas en los estudios, en esa adolescencia glandular y llena de picores, que constituye una de las mayores maldiciones de la convivencia humana.

El querido Doctor Freud (ya sabéis, diván y pipa de cazoleta) lo llamaba (al deseo, no al diván) la "tensión jamás resuelta". Lo propio de esta es apetecer siempre más y más y no satisfacerse nunca. Lo suyo sería que lo intentáramos, pero la estructura social está hecha aposta para impedirlo. Desear a la vecina del quinto podría hacer que otro hombre subiera para matarte hasta el décimo, si eres tan insensato como para impedir que se te note. Tú también bajarías hasta el quinto con ánimo homicida si fuera a la inversa.

El resultado de todo ello, de esa contención forzada, es ese malestar en la cultura, esa pulsión instintiva siempre inconfesa que, si es muy intensa, hasta puede alienarnos, paradójicamente, de ellas, las Inalcanzables (por lo general, tenemos una pareja y las energías llegan justitas, je, je)

Fueron las comunas hippies, en los psicodélicos, horteras y atolondrados sesenta, las que demostraron la falacia del sexo de todos con todas y la revolución sexual total. Esta se frenaba en seco si tocaban a tu querida costillita, factor que transformaba a aquellos grupitos, inicialmente bucólicos, en una ensalada de hostias primigenias.
Es la misma reacción que se observa en las pandillas de quinceañeros, que reproducen de forma espontánea los roles machistas y posesivos, al igual que actitudes de violencia de género y maltrato de origen celoso, jodíos niñacos...

Es en esa edad cuando la mujer se revela como una suerte de  atractor explosivo, con la expansión de los senos, el redondeo de las caderas y el bamboleo atormentador de la zona pélvica. Semejante dinamita, armada posteriormente con instinto y artes de seducción, es la que desequilibra molleras y matrimonios, ay, Dios mío.

Una leyenda oriental dice que al principio y en algún lugar (nunca dicen en cual), éramos todos un solo sexo hermafrodita, pero alguna divinidad nos partió en dos. Y separó las dos partes. Y las dos partes se deben encontrar para ser felices. Lo de la media naranja y todo eso, ya sabéis. Pero lo que también sabéis  -y aquella divinidad puñetera no sabía-  es que, para muchos, casi cualquier otra mitad les vale.

Un saludito alterado (la primavera)

5 comentarios:

Sr. IA dijo...

Bueno, querido Vórtice... imagino que tan malo no será, sino, estos varones cefalosexualificados harían cola para castrarse.

Me ha divertido mucho el post.

Añado que la leyenda de los seres esféricos, cortados a la mitad por orden de Zeus y mediación de Vulcano y Eros, tiene su principal y, desde luego más conocida manifestación, en el Banquete, de Platón. Forma parte de la intervención de Aristófanes y, es de largo, el más hilarante fragmento (y a la vez enjudioso) escrito por el gran filósofo griego.

Saludos primaverales.

Kotinussa dijo...

No me digas más. Tú eras uno de esos voluntarios en ese estudio ¿no?

¿O quizás has realizado el estudio por tu cuenta paseando por las calles en las tardes de primavera?

itaqua dijo...

Amos a ver, vengo con toda la artillería, así que prepararse para el escándalo y la congestión:
Ése estudio es una memez de catetos o lo han pergueñado para dar por culo a lectores narcisistas y plebeyos adoradores de su propio nabo a los que cualquier cosa que se diga sobre su supuesta virilidad hace que éste se ponga enhiesto o lo que es lo mismo: se empalme (la mayoría de los empalmes son por narcisismo, dejémonos de chorradas).

Comienzo repartiendo ostias:
El cortisol es la hormona del estrés, de acuerdo, vale, mamada gratis para tan gran descubrimiento. Lo que no dicen estos catetos es que hay dos tipos de estrés: el distrés, o "estrés malo" y el eustrés o "estrés bueno". Así que ésa disimulada jodienda de problemas de corazón, hígado, polla o riñones provocados por el "entusiasmo" de la visión o proximidad de apetecibles féminas no es malo para el organismo masculino, al contrario: es estrés bueno o sea: eustrés, coño. Falacia más tosca no la he leído en mi vida, valiente mierda. El estrés es nuestro sistema de alarma, el estrés no se cura (ni el bueno ni el malo), sí se puede controlar y para ello hay técnicas y de todo ésto enseño en diversos cursos que llevo tiempo impartiendo dentro y fuera de éste solar. ¿Es el ritual del cortejo el factor desencadenante de una situación de estrés?Sí y no: depende de las circunstancias que diría Ortega, o sea del entorno. Si en ése entorno hay otros machos en plan competitivo, por supuesto lo es, aparte de la mayor o menor receptividad de la hembra y como éste, otros ejemplos que alargarían innecesariamente la exposición. Alterarnos ante la visión de una hembra, es normal y bueno, lo mismo que las sensaciones que nos pueda producir la entrada en nuestro campo visual de un coche que nos guste,un paisaje, una exposición de lo que sea pero que nos estimule nuestro sentido de la estética, la lectura de un libro, la audición de una pieza musical que nos transporte a un estado de semi éxtasis, la contemplación de cualquier tipo de belleza, sea femenina, masculina, pictórica, escultórica, arquitectónica, etc. etc.

itaqua dijo...

CONTINÚO:

Todo esto y muchas otras cosas produce estrés pero estrés bueno o sea, repito: eustrés, aunque si sube a un grado de intensidad súper puede provocar incluso la muerte como el estallido de gozo de un hincha ante el triunfo de su equipo, recuerden: Todo tiene su justa medida. Es normal que la belleza nos altere: es lo único que merece la pena en esta sociedad cabrona.
En el "estudio" hay también referencias sibilinas y mamonas en las que se entrevée una vuelta a la teoría del gen egoísta, algo obsoleto y cateto, lo que dice mucho, incluso, de la catadura moral de quiénes lo han hecho.
Por último: Si la belleza nos "ALTERA", nos alteran muchos tipos de belleza. Que se haga superhincapié exagerado en cómo nos "pone" la belleza femenina a los machotes no deja de ser una boutade como descubrir mediante un "estudio" que a partir de los 50 años al género masculino le pica más el culo, dándole más gusto rascárselo con o sin disimulo y relacionarlo con la homosexualidad sería una gilipollez más. Y respecto a la supuesta promiscuidad masculina, miren Vds. en la vida siempre se puede elegir: o ser un promiscuo puteras o ser un monògamo que establece un compromiso y un vínculo con una hembra para lo que hace falta tener cojones, sentimientos claros, estableciendo un fuerte vínculo en el que entra el sentimiento de posesión, amor, cariño, deseo, complicidad, amistad, guarradas de todo tipo, incluso innombrables y ser muy hombre. Eso no quita que se sea sensible a la belleza femenina en el grado que sea, incluso poniéndose la propia chorra empalmada o morcillota, ser sensible a la belleza del tipo que sea, incluso a la masculina, lo que no implica deseo sexual, al igual que extasiarse ante Notre Dame de París no significa querer restregarte la polla contra sus piedras y lo del amor libre, ya lo dice Sir Egan: chorradas que ya se han comprobado no son factibles para la mayoría o minorías. A la hora de la verdad somos animales territoriales y defendemos nuestra cueva y a nuestra hembra y prole, si se tiene. Al menos nos queda aún eso, porque ya ni fuerzas tenemos para defender nuestros derechos al aborregarse cada vez más la sociedad cobarde y mezquina. Ah, y de broma, lo que sea: que si fulana tiene tres polvos, que si a fulano le como el perineo que si menáge a trois o en grupo humano y animal y pétreo, porque, señores, hay que reírse y no estar siempre mostrando cómo somos, vamos, sería tan ridículo como ir con la propia chorra al aire para demostrar... ¿qué? ...ah

francissco dijo...

Itagua, yo también opino que este estudio está hecho en plan perogrullada, por el doctor homónimo. Lástima de asuntos importantes que se dejan de lado.

Lo del estrés es un concepto del que se ha abusado mucho y está claro que si no hay estrés del "bueno" seríamos como vegetales que se dejan acariciar por la lluvia.

Es cierto que también lo matiza la investigadora; de hecho, parece que el malentendido viene del periodista divulgador, que es que esta especie tiene un peligro...

Y habría que diferenciar, por si fuera menester, entre alteración y promiscuidad, faltaría más, que eres un hacha últimamente. Yo,por ejemplo, me "altero" paseando en estas tardes primaverales, como dice Kotinussa, je, je, pero no me lanzo a por ninguna mujer e incluso procuro que lo de mirarlas sea con disimulo, que la buena educación, ejem, está para algo.

Y gracias, Sr.IA por especificar que la leyenda tiene un origen helénico tan redomadamente chulo, bastante más que la versión hindú.