sábado, 12 de diciembre de 2009

El platillo de mi vida.

Una entrada muy sabrosa del guadianesco y reaparecido Knut me ha recordado lo que significaba el misterio ufológico para mí. Era el colmo, la leche en bote. Cuando adolescente seguí una especie de alerta ovni por la radio y me parecía estar asistiendo a la llegada inminente de las naves de la Cultura, las que molaban, las de Banks. Efectivamente, en esos niveles de mariposeo cultural se movía uno, aiis...

Devorabas ciencia como lector y adorabas la divulgación como seguidor interesado. Y al mismo tiempo no parabas de ponerle velas al diablo, porque mantenías una remota esperanza de que alguna Sección de Contacto alienígena, de vete a saber donde, nos hubiera elegido para amenizarnos la vida. Era toda una demostración de la contradicción inherente a la naturaleza humana.

Y el paso de los años se encargó de demoler cualquier traza de misterio que pudiéramos haber encontrado en esos supuestos artefactos inexplicables. Las huellas físicas resultaron ser espurias y los testigos militares, el colmo de la confiabilidad, no podían ofrecer nada, mas allá de un reporte oral y de la petición de fe en su credibilidad.

Los informes finalmente desclasificados por las autoridades arrojaban tal jarro de agua fría que los escritores y editoriales que vivían del tema contraatacaron con saña, alegando manipulaciones y sacando fallos oficiales, que los había, claro que sí.

Pero eran fallos provocados e inducidos por ciertos apóstoles de la racionalidad escéptica más aburrida, por sus manejos y por sus ganas de aparecer como una especie de asesores espirituales de los militares. Eran manejos que los situaron en posiciones ridículas. Los militares, visto que el tema no constituía amenaza alguna para la seguridad, aparcaron el tema, no sé si con negligencias varias, pudiera ser. Pero eran coladuras de tipo burocrático, cacicadas varias, desprecio por el asunto...

Pero ¿y que? ¿Que prueba esto, salvo la falta de sentido del ridículo de algún que otro cientifista implicado en el tema? Nada. No probaba nada y el "residuo inexplicable" tan traído y llevado, la proporción del cinco por ciento o así de casos raritos, sigue sin aportar la suficiente masa crítica. Miras en la noche los cielos y ves algo extraño y para de contar. Y si es extraño es porque en muchísimas ocasiones resulta imposible precisar y definir lo que ves.

Pero un montón de casos sin explicar, aunque sean lo más opuesto a una categoría factual definida, sí que pueden constituir una especie de reservorio espiritual para provocar sensaciones. Se trata de dejar la miel en los labios, que ya se encargará nuestra psique de quedar debidamente fascinada. En estos últimos años, el despegue de Internet y las nuevas tecnologías relanza la difusión del tema pero ay, cuidadín, porque puede suponerle su golpe de gracia final.

Los supuestas imágenes resultan mas imposibles de creer que nunca por la facilidad actual para falsificarlas, los testimonios ridículos asociados a ellas provocan cada vez más el bochorno en propios y extraños y el tema empieza a adquirir un aura de rechifla unánime . Y hace años que no aparecen casos ni libros "importantes" sobre el tema, tan solo realitys mediáticos sobre bufonadas asociadas, dado que el tema "padre" está caput.

El "fenómeno" ovni ha muerto por incapacidad para alcanzar el orgasmo, por gatillazo definitivo y por ser huidizo hasta la médula, como solo puede serlo una amalgama de peras con tomates unidos por la voluntad de creer.

O por la incapacidad para contradecirlo ¿quien puede probar la inexistencia de algo? Asco de racionalidad. Al próximo escéptico a piñón fijo que me cruce lo archivo en .trash.

11 comentarios:

Kotinussa dijo...

Oye, pues yo probé en un hotelazo de Portugal una mermelada fantástica. Cuando pregunté de qué era, me dijeron que de pera y tomate, pero el cocinero me quiso revelar el secreto definitivo. Y esta amalgama de pera y tomate que te cuento no tenía nada de huidiza.

En fin, que como no puedo decir absolutamente nada del tema ovni, ni a favor, ni en contra, ni tengo una opinión sobre ello, pues me limito a informarte de que existe por ahí esa mezcla, que es una maravilla para el paladar. Pruébala si tienes ocasión.

Kotinussa dijo...

"El cocinero NO me quiso revelar", quería decir.

francissco dijo...

Ja, ja, ja, caray, que nivel, Kotinussa, en un hotelazo de Portugal, quien pudiera explorar el mundo de las mermeladas de esa manera. Yo de momento me limito a probar las del estante de Mercadona (gracias a dios, tampoco son huidizas) pero si voy a ver a los lusitanos ya pediré algo similar.

Un placer y un honor leerte por aquí. Saludos.

padawan dijo...

Yo creo que internet es la plataforma que siempre soñaron los ufólogos. Eso sí, puede que sea la que aniquile el fenómeno ovni, pero es la que le ha dado voz a las distintas teorías conspiranoicas. No hay más que ver la cantidad de documentales tipo zeitgeist que andan por ahí sueltos, mezclando una cucharadita de verdad por cada paletada de misticismo. En EEUU tienen a los que dicen que el 11S fue un montaje, y aquí tenemos a los peones negros.

francissco dijo...

Los pezones negros esos son una pasada, me encanta la fe auténtica que profesan en la conspiración del 11-M. Todos esos servicios marroquíes conchabados con el psoe, la policía, los franchutes, Al-qaeda del magreb, artificieros asturianos, cooperativa Mondragón, joder, que lujazo.

Lo que se podría haber ahorrado si Aznar hubiera admitido tranquilamente que era una acción islamista y punto. Y si ZP no hubiera metido algo de demagogia preelectorera, todo hay que decirlo. Total, ahora tenemos tanta implicación en guerras externas como antes, sino mas.

Instan dijo...

Parece que la navidad nos pone magufetes, je, je. Para no repetir lo que comentado en el blog de Knut aquí diré que todo esto de las existencias y no existencias ya lo dejó zanjado el gran Bertrand con su famosa tetera orbital.

Y es que con su acidísimo humor británico y sus coñas constantes en sesudos tratados filosóficos me temo que se reiría de los debates sobre estas cuestiones.

Nadie habla de los platillos volantes porque ya no están de moda, y porque el ambiente no es favorable. Ahora vivimos en una sociedad presa de la alienación, y además constituida por un montón de solipsitas. Por lo tanto esa pesadilla de la razón que son las magufadas de visitas extraterrestres ya no interesan a nadie. Y por tanto nada de eso existe.

Eso que comentas de los libros es verdad, ni siquiera parece que reediten los de Benítez, je,je, que ya es decir. Es curioso como Jacques Vallee que sigue formando de esa cosa tan chunga y fascinante que es el "Journal of Scientific Exploration" se atreve a decir nada sobre el tema. Aunque he de reconocer que tengo una mónada irracional que en secreto espera encontrar algún paja mental sobre extraterrestre en ese gran sitio que es "vixra",ja,ja,ja.

Saludos navideños.

francissco dijo...

A mí es que no sé, Instan, tampoco es que me atraigan demasiado las explicaciones sociologistas y psicológicas, aunque reconozco parte de razón en lo que dices.
Me da la sensación de que este mal llamado "fenómeno" -que más bien consiste en agrupar cosas variopintas sin explicar- ha tenido su turno para exponer su caso, como en los tribunales.

Y nadie, ningún ufólogo ni reportero de esos que sienten extrañas "llamadas" y demás, ha sido capaz de quitarle esa aura de inflado artificial, de misterio forzado. Además, el paso de los años ha hecho que envejeciera francamente mal, es cierto, ya no es demasiado fashion avistar uno, je, je...

Ahora, los ovnis tienen un aroma naif y setentero, juasjuas, lo que les faltaba, aparecer como la extravagancia perdida de los ya mayorcitos ante los mozalbetes de las generaciones Y, Z o como se llamen.

Knut dijo...

El fenómeno ovni no ha muerto ni de coña, una cosa es que el modo de narrarlo esté cambiando. Es algo así como la industria cultural musical española, parece vivir estertores mortuorios, pero ya veremos, ya. Tarde o temprano el comercio se abre camino, más allá de cualquier vida. Cobrar al final cobraran.

Esto es igual.

Es un error acceder al maguferismo considerando una sóla vía, porque su esencia es hídrica, tira a la vez con muchas cabezas.

Leed cualquier cosa de Madame Blavasky y todos sus seguidores teosóficos. Dictaminar la moribundez de esas ideas es casi de sentido común, no obstante, las mismas siguen hoy en día vigentes.

Lo Magufo es una suerte de armónica coexistencia de Parménides y Heráclito, se solapan a la vez tanto óntica como epistemológicamente el carácter inamovible del conjunto con una capacidad de cambio espeluznante. El método seguido podría llamarse Sincretismo En Bruto.

La capacidad catártica de cambiarse volviendo a lo de Siempre es realmente encomiable. Piendso que se sustenta en dos principios claros.

a) La imposibilidad del error: Cuando este se da es por intento espurio y manifiesto de lograr algo, en cuyo caso, y al salir claramente a la luz (siempre y cuando no proceda de un compañero de profesión) ellos son los primeros denunciantes. O, el caso genérico cuando la "mierda" viene de dentro: Conspiración. Entended a esta de manera muy genérica, bastan varios elementos aislados para que la imagen se coma a todo el conjunto. Obviamente esto tiene el resultado final de la imposibilidad de evolución. No hay un sólo caso paranormal que se haya explicado con nada que no sean historias.

b) Todos sus fenómenos son en primera (y creo que en última instancia) narrativos. El Ovni como fenómeno está inscrito siempre dentro de una historia. Todos sus elementos son narrativos y están por todas partes dentro del mundo humano.

En este contexto al final todo análisis sociológico derivará sobre lo mismo: o bien aspectos psicológicos o religiosos.

La combinación de a y b es espantosa por lo atractiva. Supone en el peor de los casos caer dentro de una religión inconsciente.

No hay elementos críticos, pero lo peor es que no hay método de análisis. El oscurantismo vendrá siempre por el Némesis, el Satán que trata de engañarnos, que se encarga de que desaparezcan originales fotográficos, que mata testigos de élite, que envenena incluso dentro de las propias filas. Es una forma de proceder que no pertenece sólo a lo magufo y que está presente en todos los ámbitos. ¿Existe o no cambio climático?

Es muy interesante el hacer un repaso a la historia del fenòmeno ovni en el país. Realmente resulta flipante, entre estremecedor y descojonante, hace a Muchachada Nui un testigo realista y fiel de la realidad en comparación.

A ver si saco un rato y hago una entrada al respecto.

Knut dijo...

No se habla de los ovnis como los visitantes materiales de antaño, pero hay diversas corrientes sincréticas que lo situan dentro del fenómeno de las hadas y tal. Invocad la Sacrosanta Cuántica entendida como un idealista Yo Pongo Lo Real, y ahí hay programas a tutiplen.

El Ovni es ahora parte de la Magia, diría que el garbanzo negro de la familia, la ovejita descarriada, el poli malo que se lleva todas las hostias. Lo que me asusta personalmente de un modo inexpresable es otra cosa: La Homeopatía.

Eso está alcanzando un grado de aceptación no sólo social, por la puerta trasera además, que produce un terror nauseabundo, que da mal sabor de boca, uf, algo así como la introducción brutal y sin miramiento de todos los círculos del infierno a la vez por el orto.

Buscad sobre sus fundamentos, leed sobre "sucución", pero no busqueís lo que dicen los críticos sino los textos básicos, las conferencias preparatorias para los médicos homeópatas, toda la filosofía decimonónica y mágica que hay detrás.

Y después considerad el precio de una medicina que es agua diluida hasta la irrisión con substancias que mágicamente en grandes cantidades producen los efectos que quitan en dosis casi inexistentes. Entre medios, por supuesto, la sucución.

Cha cha cha

Errantus dijo...

A ver, como dijese Jack: vamos por partes.

En Sevila yo probé una mermelada de violetas la mar de buena. Importada de Francia, desgraciadamente. Y lo peor es que no pude agenciarme un frasco.

Que los ovnis no tienen tanta difusión y están pasados de moda. Pues depende donde, que en Discovery Science, Discovery Civilization, Hystory Channel y varios más les tienen sus segmentos reservados y los programas van desde ridiculizarlos hasta la conspiranoia total. Para gustos colores. Eso si, los programas sobre fantasmas, casas embrujadas, criptozoología y demás magufadas también tienen sus buenas rebanadas. Que no se diga qu el estilo "Muy Interesante" no se ha instalado en los canales "de divulgación".

Respecto a la homeopatía, ya no me asombra. Ahora, si nuestro querido Knut quiere dedicar una mirada a los remedios llamados "flores de Bach" y anexos que lo que hacen es algo así como entonar el alma, creo que tendrá para darse de topes en la pared.

francissco dijo...

La teorías sincréticas que mencionaban Knut tienen parte de su origen en ese libro tan raro que escribió Vallee y que mencionaba Instan, Pasaporte a Magonia, donde decía que levantamos mitomanías con la misma estructura, cada vez que tenemos ocasión.

Algo de eso hay y lo mencionaba Padawan al principio, con todos esos foros de la conspiración.

Pero no creo que lleguen a ser mitologías, porque al final se han quedado en un pasatiempo cultural más y para de contar.

Yo es que no se, pero todas estas explicaciones culturalistas y mentales me resultan demasiado omniscientes y abarcadoras, casi mas raras que el fenómeno que pretenden explicar.

Las supuestas estructuras psíquicas explicativas de los misterios son algo demasiado infuso y difuso para trabajar con ellas, pero bueno, también sería tema para una entrada, a ver quien se anima.

Hoy en día, con medios como Internet y Discovery Channel, por poner el ejemplo que mencionaba Errantus, no podemos formar leyendas de la manera que lo hacíamos antes, vamos creo yo.

Lo malo es que si desaparecen los ovnis como supuesto misterio aeronáutico y supertecnológico, nos quedamos con el coñazo de los espiritualistas y los homeópatas, infinitamente más aburridos.

Y con los trabajadores mediáticos de lo superficial como el Iker, con su psiquiatra telegénico y alergénico y los incisivos de la Porter, que no cambian hable del tema que hable. Aunque pruebe la mermelada de violeta de Errantus o la de tomate que mencionaba Kotinussa.