miércoles, 31 de diciembre de 2008

Año nuevo con cacharritos.


Si dijera que estas fiestas son la apoteosis del consumismo y de las compras sería un lugar común. Para no caer en el lugar común voy a hacerlo en mi propio lugar particular: son la apoteosis de mi consumismo y de mis compras. La estimulación financiera combinada, producida por las pagas navideñas de mi mujer y la mía, nos ha conducido al frenesí y al desenfreno. Por fin caen la pantalla plana grande y el portátil, el sistema comercial nos la ha colado y me siento bien, supongo que debido al cese de la presión de las dopaminas, eso que dicen que ocurre cuando por fin cedes al impulso.

Hay un universo paralelo en donde mi mujer y yo nos contenemos y nos ahorramos el dinero (además de no tener que separarnos entre semana porque actualmente   trabaja en pueblos pequeñitos, a ver cuando aprueba las opos, ais)



 En ese sitio, cuando llega el verano disponemos de más euros para el viajecito al extranjero que nos mola. Pero como en esta realidad no ha sido así, el viaje se realizará pero pasando ciertos apretones en la vuelta de Septiembre. Es una profecía destinada a cumplirse, ya que pertenecemos al vasto club de personas que matarían antes de dejar de consumir todo lo que se pueda, asco de compulsión, leches.

Está por ver el nivel de felicidad que nos aportarán las compras antes mencionadas. El portátil, siempre que logre solucionar los problemas de conexión producidos por mis itinerancias ocasionales, no aumentará la calidad de estas entradas ni me volverá más sagaz en la búsqueda de información. Me restará tiempo de lectura libresca concentrada (si encima le quiero meter un Linux ni te cuento) y me volverá más adicto a la lectura nerviosa internetera, a golpe de titulares y pletórica de estímulos dispersantes. Pero me sentiré conectado, aunque sea una mentira grandísima, con la Inmensa Red de Gente que Cuenta Cosas.

La pantalla plana, por su parte, agrandará todavía más las gilipolleces televisivas, aunque lo compensará por la calidad con que degustaré las pelis. Me proporcionará sensaciones escapistas superiores a las de antes. Porque uno quiere estar siempre en todas partes menos aquí, claro.

Si hago balance, de tener a no tener prefiero obviamente tener aunque, la verdad, no se qué es lo que acaba teniendo a quien.

Feliz 2009 a nuestros cacharritos, porque ellos se lo merecen todo, je, je.

Y también a todos vosotros, compis, faltaría más.

3 comentarios:

Knut dijo...

Qué cosas!!!!

A mi me pasa lo mismo, y eso que en público me regodeo de ser un rojete, pero es oler pagas extras y tirar para lo tecnofílico (mi vena Jarl, para abreviar)

Al igual que tu me he pillado un portatil nuevo, concretamente el HP HDX 18 con un Blueray, pantalla a 1080p, lector de huellas (gilipollez que me averguenza por lo mucho que me apasiona el sustituir las claves por deditos, juas juas) y TDT. Lo mejor de todo es que en feliz unión con las dos teles FullHD que poseo ultimamente no hago más que ver pelis en MKV y tal. Toda una gozada. Incluso actualmente soy adicto de nuevo a Perdidos, cosa que si no fuera por mor de mi elitismo requeriría un retrocomerme parte de la mierda que he soltado sobre ella (XD).

Ahora me ha dado por Tarkowsky, sorprendentemente, imagino que debe ser para nivelar algo de karma. Lo cual no quita que Ran me haya parecido un pestiño mayusculo de proporciones casi bíblicas, y que acabe destrozandome los ojos y el alma con basuras como The Spirit.

Errantus dijo...

Aish, pero si es que no os inoculais contra el consumismo. A ver si el siguiente fin de año os dedicais a leer a la Leguin y recordais aquella frase de ¿La amabilidad también se compra?.

Eso si, mi nueva pantalla de 42" plasma es genial para ver pelis y al Dr. House. XD

FELIZ AÑO

Anónimo dijo...

Siempre gastando , es que no paramos