viernes, 19 de diciembre de 2008

Crepúsculo, vampiros presentables.

No verás un solo colmillo, tampoco llegas a ver un solo bocado al pescuezo y la familia vampira parece una asamblea de progres con dinero. " ¿Que te esperabas en mi casa? ¿Mazmorras? ¿Ataudes?" . Así le contesta el prota vampirín a la niña fascinada cuando la lleva a su chaletón posmoderno. Y la fascinación es imposible de evitar, claro, con todo eso de la atracción por lo prohibido y por el chico malo y tal y cual. ¿Malo? Je, je, este tipo no ha sido malo en su vida y los berrinches que pilla, más que los de un angel caído, parecen los de un niñato consentido.

Luego viene ella, claro. La ninfa atraída por los abismos es una adolescente sensibilita, que habla siempre por lo bajini, que ya es adulta antes de echar el primer polvo y que encima la doblan con una voz de las de siempre. Aaay, sí, es esa voz, la reconoceréis, apta para campañas de igualdad femenina y discriminaciones positivas. Tan sensata, tan asexuada y formalita como un vestido de primera comunión. Por tanto, no toda la culpa es de la interpretación de la actriz.
Es la hija de un poli que parece haber seguido un cursillo de comunicación asertiva, esa pijada de comunicar tus opiniones pero tranquilito y sin insultar. Así le ha salido la chica, afectadita de pose.

E inevitable y forzosamente, tanta contención interpretativa y sensibilidad forzada no pueden sino producir un dúo protagonista que de maldito tiene lo que el pastel de manzana . Además, con cuatro duros se consigue demostrar que es posible coquetear con el abismo vampírico y encima plantear las dudas en un foro o consultorio de Elena Francis. Ya me diréis, con ese no-muerto de pelo engominado que huye vade retro cuando la púber le abre las piernas. ¿Que mensaje nos quieren colar? ¿El de prevenir las ETs o el de la castidad que vuelve?. "Querida, Elena, mi novio es vampiro pero le teme al mete y saca, porque será?"...

Y lo de los cuatro duros que decía por ahí arriba es por la verguenza ajena que pasas cuando al niño vamp le da por subir por los árboles, juas, juas, es como una versión de matrix pero realizada con mi cámara digital baratita. Lo peor es que la historia se deja aposta inconclusa para que continue, es una serie y mi falta de instinto para elegir pelis empieza a acojonarme...

Un saludo sin colmillos ni na de na.

7 comentarios:

padawan dijo...

Ayyyss... a pesar, o quizá: más bien debido a, su popularidad, me da una pereza terrible esta peli. Así que he decidido pasar completamente de todo esto. Ya lamenté mi curiosidad, el pensar "algo tendrá si le gusta a tantos" demasiadas veces!

Knut dijo...

Pero si Errantus y yo te avisamos de la "altísima" calidad de la novela. La verdad es que hay algo parecído a la versión esa de Los mojinos escocios de la canción aquella de la madre de José.

Es una serie construida para adolescentes (no necesariamente féminas, aunque tira para eso, claro) que no han follao nunca. Porque todo da vueltas sobre la idea calenturienta del sexo propio de adolescentes. Ese continuo 2es que si lo hacemos te convierto" no sólo es risible, sino que además resulta altamente cansino.

Hace años me dio por leer novela romántica, básicamente porque buena parte de ella no deja de ser más que porno light pseudofemenido, y como soy un vicioso indeseable... pues eso. Joer, recuerdo una serie sobre un vikingo que es el despiporre.

Aquí hay algo de eso, pero no entra directamente nunca en el asunto. Para eso me meto en vena a la Poppy Z. Brite y sus vampiros nihilistas homoexuales que hacen catas del semen de sus enamoradísimos y afines.

Ya digo que ese constante "uy, uy, que te la meto" acaba por jartar que es cosa mala. Supongo, no obstante, que ya el título lo avisaba. Quizás es que el menda buscaba más un "Bujero Negro" que la cosa esa fisnolis de Crepús-culo.

Ains!!!

Errantus dijo...

Jajajajaajajaj. Pero mira que eres malo, Knut. Pues si, esta seriecita tenía un tufo a colmillos de mazapan que a las leguas atraía abejas y médicos para la diabetes. XD
No sé yo, que con la Rice quedé más que saturada de amaneramientos y sublimaciones, además de estar prevenida por Starhawk, que se estaba traduciendo los libritos. Y es que a mí el romanticismo semimuerto no me va ni tantito. Claro que, bien mirado, la niñata es una pervertida, eso de tirar por la necrofilia... en fins. XD
Abrazos sin sacarina desde el otro lado del charco. ;)

Errantus dijo...

A todo esto... Lo de las conversiones vía seminal ya se manejaban en "El imperio del miedo", con resultados más interesantes; y en el último de los casos, ¿no habrán oído hablar del concón esos chavales? Si es que puestos a alargar las tramas y rizar el rizo...

francissco dijo...

Siempre hay uno que debe dar el primer paso y tragarse el pestiño, ja, ja.

La verdad es que parece que quieran presentar a los adolescentes el mensaje de que se puede ser casto y encima interesante y con el encanto del Mal.

Y esto es cruel con ellos, bastante tiene un sector de l@s mism@s con poder pegarse los primeros revolcones como para darle atractivo a virginidades y sublimaciones, como decía Errantus.

Padawan: Muy cierto lo que dices, ya se sabe donde van miles de moscas, ja, ja...

Knut: Santo Dios, en el inmenso pozo de sorpresas que eres no estaba todavía lo de leer novelas románticas femeninas. Cierto, lo dijiste una vez pero lo atribuí a un error tipográfico. Robert Kaplan y Heinlein experimentarán accesos de ictus al tenerte como lector, juasjuas

Errantus: El Imperio del miedo estaba chulísima, lástima que, al menos por España no hay quien la encuentre.

Peter Sinclair dijo...

jajaja, la verdad es que es lo mejor de estas pelis, las críticas inmisericordes y llenas de coñas, me he partido leyéndolo. De todos modos hay que agudizar el olfato para la próxima vez!


Y a mí lo de Knut no me extraña. Debajo de toda esa fachada pretenciosa y elitista se esconde un adolescente soñador y pajero con el corazón lleno de algodón de azúcar jejejeje.

francissco dijo...

Si es que con lo de que era de vampiros uno ya anula la capacidad crítica y saca la entrada, Peter, que nos tienen pillados por la cosa fantasiosa, je, je
Un saludo.